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JAVIER JIMÉNEZ-P.M.
Francisco Córdoba, el hombre que ingresó el pasado viernes en estado de coma en el Hospital de Son Llàtzer, se recupera de manera favorable y ayer quedó ingresado en planta. Responsables de Sanidad tomaron unas muestras para determinar si el hombre pudo haber ingerido alimentos en mal estado, lo que le habría provocado el estado de coma. Pero del resultado de los análisis se confirma que se han hallado restos de cocaína en la orina, lo que podría ser la causante de su estado y también se ha comprobado que inhaló monóxido de carbono, quizás de una estufa de gas que tenían en la caseta.

Estos datos, pero, no suponen el descartar de plano que la muerte de su hijo sí se debiera a la ingestión de alimentos en mal estado. Al respecto, la policía ya indicó en un principio que los síntomas de Francisco Córdoba (hijo), eran distintos a los del padre puesto que el primero había tenido una serie de vómitos y el segundo no. De todas formas, la causa real de la muerte la determinará el resultado de la autopsia que se tiene que efectuar mañana. Padre e hijo estaban en un terreno de la urbanización Puntiró. Unos obreros que trabajan en la construcción de una caseta en el terreno de los dos hombres llamaron a la policía.

El Grupo de Homicidios se desplazó al lugar, confirmando el fallecimiento del hijo, mientras que el padre fue trasladado con urgencia al Hospital de Son Llàtzer, donde quedó ingresado.

En el lugar de los hechos los policías encontraron latas de conservas abiertas, lo que hizo que se pensara en un principio que la causa de la muerte podía estar directamente relacionada con las latas de conservas. Lo que era una incógnita era la causa del estado en el que se encontró al padre que, como ya ha quedado dicho, tenía unos síntomas distintos.