El Citroën Berlingo de la víctima, con placas de matrícula
IB-9553-CY, se disponía sobre las 12.45 horas a cruzar un paso a
nivel sin barreras, cerca de la estación de Son Sardina, en la
calle número 136. La furgoneta, en ese momento, atravesó las vías
del tren de Sóller, pero no respetó la señal de stop y su conductor
tampoco advirtió que el convoy, procedente de Sóller, se le echaba
encima. La máquina no iba a excesiva velocidad, pero
desgraciadamente todo el impacto del choque se lo llevó el lateral
del conductor de la furgoneta, que resultó destrozado. José Manuel
Puga quedó atrapado en el interior, aparentemente inerte, mientras
que el otro ocupante del vehículo salió ileso. En el tren de Sóller
viajaba una docena de pasajeros, que no sufrió lesiones, pero al
maquinista le sobrevino un ataque de nervios y fue necesario
evacuarlo hasta la Mutua Balear, donde recibió medicación para que
se calmara.
En el dispositivo de emergencia participaron efectivos de la
Policía Local, el 061, Ambulancias Insulares y el Cos de Bombers,
que arrancó la puerta del conductor para que pudieran extraer el
cadáver aprisionado. Las tareas se prolongaron durante media hora y
el tren permaneció en ese tramo durante casi una hora. Los
pasajeros, muchos de ellos extranjeros, se mostraron muy afectados
al saber que el conductor había muerto y sobre todo cuando
presenciaron cómo la empresa funeraria trasladaba los restos
mortales de José Manuel Puga. La empresa ferroviaria responsable
del tren de Sóller declinó ayer tarde efectuar declaraciones sobre
lo ocurrido, aunque un portavoz confirmó que se ha abierto una
investigación al respecto. Las diligencias policiales han recaído,
en principio, en la Policía Local, aunque en los primeros momentos
del accidente existía la posibilidad de que el caso fuera
investigado por la Guardia Civil.
Los agentes esperaron a que el maquinista se recuperara de su
crisis nerviosa y luego le tomaron declaración. El otro pasajero
que también viajaba en la furgoneta fue igualmente interrogado
sobre las circunstancias del choque, aunque su versión de los
hechos no ha trascendido. Los agentes barajan varias posibilidades
para explicar la tragedia: una de ellas es que José Manuel Puga
hubiera sido consciente de que el tren se acercaba, pero pensó que
le daría tiempo a atravesar las vías. Otra apunta a que el
conductor se saltó el stop sin advertir que la máquina pasaba por
ese tramo, justo en ese instante, y que cuando quiso reaccionar ya
fue tarde.
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