TW
0

Alrededor de 300 personas asistieron ayer a la protesta por el asesinato de Pilar Crevillent, que se realizó a las 20.00 horas en la Plaça Joan Carles I de Palma. Los manifestantes cortaron unos minutos es Born, guardaron silencio en memoria de la víctima y se leyó un manifiesto para condenar este brutal asesinato y denunciar que la violencia de género «es probablemente el mayor problema de injusticia social que se está produciendo y que tanto desde la sociedad como desde los poderes públicos no se toma con la seriedad que merece». «No queremos más declaraciones sobre los planes que no conducen a nada y que ni tan sólo se dotan de personal ni presupuesto», continuaba el manifiesto, leído por Angels Sermoselle, portavoz del Lobby de Dones. La protesta fue convocada por el Lobby de Dones de Mallorca, Creients i Feministes y Grups d'Homes contra la violència masclista. Estos colectivos consideran imprescindible «que se vaya a la raíz del problema y que la violencia y el machismo sean vistos como los enemigos de la democracia, de la justicia y de la vida». El portavoz del Grup d'Homes contra la violència masclista, Miquel Àngel Lladó, manifestó que «es imprescindible que los hombres se impliquen en este tema y hay que intentar concienciar y sensibilizar de que nuestras novias, mujeres o parejas son personas como nosotros y que mediante el diálogo se pueden solucionar los problemas».

Al mismo tiempo, ayer se conocieron los partes médicos de los dos hijos de la mujer asesinada, que evolucionan favorablemente, aunque el menor sigue presentando riesgo de muerte. El más grave de los heridos sigue siendo, José, de 18 años, que permanece ingresado en el hospital Son Llàtzer y que, pese a haber experimentado una ligera mejoría respecto al viernes, se mantiene «en situación crítica».

Las mismas fuentes relataron que «persiste el riesgo de que muera hasta que pasen 3 ó 4 días», prosiguió la portavoz consultada, que recordó que el muchacho fue intervenido quirúrgicamente el viernes por la tarde para tapar los orificios en el bazo que le causó el disparo.

Los médicos son más optimistas con Jaime, de 21 años, a quien los disparos alcanzaron el pulmón izquierdo y la arteria axilar.

En general, el estado del joven, hospitalizado en Son Dureta, es igual al de ayer por la mañana, cuando logró salir de la «gravedad inicial».

Pese a seguir conectado a respiración mecánica, se prevé una evolución favorable de su estado de salud e incluso podría despertarse entre hoy y mañana.