El cadáver del ciclista norteamericano quedó tendido junto a la calzada, cerca de Son Espanyol. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

TW
0

J.JIMÉNEZ/C.MORENO/G.PICÓ
Nueva jornada negra en las carreteras de Mallorca. Dos ciclistas murieron al ser arrollados por turismos y otros dos resultaron heridos de gravedad al salirse de la carretera ellos solos. Con los fallecidos de ayer ya son 41 las personas que han muerto en 2004 en Balears como consecuencia de accidentes de tráfico.

A las doce de la mañana tuvo lugar el segundo de los siniestros mortales, esta vez en la carretera de Pollença a Lluc, a la altura del kilómetro 22, cerca del Àrea Recreativa Menut II. En dirección a Pollença circulaba una ciclista alemana de 29 años, identificada como Antje Crist, y unos metros más atrás su novio. Un vehículo de alquiler Fiat Cinquecento, conducido por otro turista alemán, que iba en sentido a Lluc, realizó un adelantamiento en un tramo recto sin darse cuenta de que venía la ciclista y chocó contra ella frontalmente. La joven salió despedida y sufrió un traumatismo craneal grave y diversas fracturas por todo el cuerpo. En breve llegaron varias ambulancias al lugar del accidente, y efectivos de la Guardia Civil y la Policía Local.

El primero de los sucesos ocurrió cerca de Son Espanyol, en Palma, a las nueve menos cinco de la mañana. La víctima es un ciclista americano de 45 años de edad llamado Larry H. Este hombre circulaba por el Camí Ullastre en sentido a la UIB. En la confluencia con el Camí de la Real fue arrollado por un turismo y murió en el acto a causa de las graves lesiones padecidas. Larry H. era el último de un grupo de ciclistas americanos y no respetó un ceda el paso. El conductor del turismo no pudo hacer nada para esquivarlo, ya que en ese cruce hay poca visibilidad. El vehículo es un Ford Fiesta que se dirigía hacia la carretera de Valldemossa, ocupado solamente por el conductor, quien resultó ileso.

La Policía Local de Palma se encargó de realizar el informe de este siniestro. El resto de ciclistas que circulaban con Larry quedaron conmocionados por la muerte de su compañero y fueron acompañados por la Policía en coche hasta el hotel de Calvià donde están alojados y un camión del Ajuntament retiró sus bicis.