El cadáver de la mujer fue trasladado el martes hasta el Instituto Anatómico. Foto: MICHELS

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El forense Antonio Siquier llevó a cabo a primera hora de la mañana la autopsia al cuerpo de la ciudadana británica, que permanecía desde el martes en el Instituto Anatómico de Palma.

Las conclusiones, después de varias horas de estudio de los restos, descartan mano criminal y relacionan la muerte de la escocesa con un edema pulmonar agudo que le ocasionó insuficiencia respiratoria. Así pues, Hanna Irene Jean Morgan habría fallecido a consecuencia de un infarto. Un portavoz de la Comandancia de Palma informó, nada más tener conocimiento del resultado del examen forense, que el caso quedaba cerrado, a la espera de que la autoridad judicial ordene realizar nuevas diligencias. El juzgado de instrucción número 5 de Palma es quien instruye el sumario relacionado con la muerte de la escocesa y ayer los funcionarios recibieron el resultado de la autopsia.

El marido de la víctima, William Hector R., quedó en libertad el mismo martes, después de prestar declaración durante varias horas ante la Policía Judicial en las dependencias de la Comandancia. El hombre, también escocés, fue quién llamó por teléfono para explicar que su mujer estaba aparentemente muerta en la cama. Horas antes, sin embargo, habían mantenido una acalorada discusión y cuando los primeros policías llegaron al apartamento se encontraron los muebles desordenados y con indicios de haber existido una pelea.

La alarma saltó cuando en el cadáver se apreciaron leves señales de violencia, en forma de magulladuras en una muñeca y en el cuello. Cuando la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación cobró fuerza la posibilidad de un homicidio, que nunca se llevó a confirmar y que, incluso, se fue difuminando a medida que pasaban las horas. Pese a todo, desde el Institut de la Dona se anunció un minuto se silencio para el miércoles si finalmente se confirmaba que se trataba de un nuevo caso de violencia doméstica.