El acusado, José María Fernández, deberá cumplir dos años y medio de prisión.

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El Tribunal de la Audiencia Provincial ha condenado a dos años y medio de prisión a José María Fernández por la muerte del pintor Manuel Moles, durante una discusión en Cala Rajada que tuvo lugar el 10 de agosto de 2002.

Alrededor de las 06.30 horas de ese día, la víctima entró acompañada de dos hombres en el pub Yellow, situado en la calle Coconat de la localidad. Uno era un ex empleado de su empresa, Antonio P.G., de 51 años, y el otro era el agresor, José María Fernández, de 40 años y apodado «Perejil» por los vecinos. Los tres hombres fueron hasta la barra y consumieron varios whiskies con toda normalidad. Sin embargo, una hora después el condenado y la víctima, ambos en estado ebrio, se enzarzaron en una discusión por motivos triviales que derivó en una agresión.

La víctima recibió hasta tres golpes en la cabeza y a continuación se desplomó en el suelo y quedó inconsciente. Cuando sus acompañantes trataron de levantarlo, arrancaron involuntariamente su camisa. Este detalle hizo que los investigadores eliminaran la posibilidad de un accidente.

Además, esta hipótesis quedó totalmente descartada cuando la autopsia determinó que Moles presentaba golpes tanto en el occipital derecho como en el izquierdo, heridas que no se podría haber producido simultáneamente en una caída.

Uno de los clientes del bar avisó a una ambulancia y los dos hombres que acompañaban a la víctima huyeron del lugar. Los sanitarios trasladaron a Manuel Moles al Centro de Salud de Capdepera y posteriormente al hospital de Manacor, donde un TAC le detectó graves traumatismos craneales, por lo que finalmente se acordó su ingreso en Son Dureta. Después de dos días en estado crítico, Moles murió.