TW
0

JAVIER JIMÉNEZ-EMILIO LÓPEZ
Saturnino M.S., el vecino de Ciutat Jardí, detenido por un alijo de 1.000 kilos de hachís, ingresó ayer tarde en la cárcel de Palma, tras prestar declaración en los juzgados de Vía Alemania.

El presunto narcotraficante pasó dos días en los calabozos de la Comandancia de Palma, en la calle Manuel Azaña, después de que el lunes por la mañana fuera detenido cuando salía de su casa. Los responsables del EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) le tomaron declaración sobre la tonelada de droga que apareció repartida en una nave industrial de Sineu y un garaje de Ciutat Jardí, y ayer por la mañana lo pusieron a disposición judicial. El individuo, que cuenta con antecedentes por narcotráfico, fue interrogado por el titular del juzgado de instrucción número 10, que a la conclusión del trámite ordenó su ingreso incondicional en prisión.

Mientras tanto, los investigadores de la unidad Antidroga siguen con las pesquisas para localizar al resto de implicados. Los agentes tienen la certeza de que Saturnino no actuaba sólo, sobre todo porque movía cantidades muy grandes de droga, y la prioridad policial es ahora arrestar a sus contactos. La operación del lunes se precipitó porque existía el riesgo de que Saturnino «colocara» el alijo a alguna red de narcotraficantes, y antes de que el hachís pasara a otras manos la Benemérita decidió actuar y precintar la droga. El 'chocolate' procedía de Marruecos, tenía inscrito «euro» en cada pastilla y era de gran calidad. Con su venta en el mercado negro se hubiesen podido obtener al menos 1 millón de euros de beneficio, aunque la cantidad hubiese dependido de la forma de la venta y de si el hachís estaba muy cortado. A Saturnino le han intervenido un coche Seat Ibiza, donde aparecieron 50 kilos de droga, y una autocaravana.