El turista y su esposa, ambos británicos de unos 50 años de edad,
se alojaban en un hotel del Port d'Alcúdia y ayer por la tarde se
desplazaron en coche hasta la Platja de Muro. El varón, cuya
identidad se ignora, es un experto nadador y pese a que el mal
tiempo desaconsejaba introducirse en el agua no se lo pensó dos
veces y se zambulló.
Las olas eran de un tamaño considerable, había corrientes y los
bañistas que estaban en el agua, que eran pocos, no se alejaban de
la orilla. El veraneante desaparecido, en cambio, comenzó a nadar y
su esposa lo perdió de vista. La mujer estaba acostumbrada a que
nadara durante largo tiempo, por lo que no dio importancia a su
demora en salir del agua. Eran, aproximadamente, las cuatro de la
tarde, y una hora después la señora, ya muy alarmada, se puso en
contacto con la Guardia Civil y contó que su marido no había
vuelto. El operativo de búsqueda se puso en marcha de inmediato.
Participaron efectivos de la Cruz Roja, la embarcación «Cavall
Bernat» de Salvamento Marítimo y varias patrullas de la Benemérita,
que recorrieron a pie la Platja de Muro, en busca del bañista. El
despliegue por aire, que se barajó, no se llevó a cabo finalmente
porque la caída de la noche estaba próxima. Durante tres horas los
efectivos rastrearon aquella playa, sin noticias del británico. Su
esposa, que esperaba en la arena junto a algunos voluntarios que la
animaban, fue acompañada posteriormente hasta su hotel de
Alcúdia.
Está previsto que hoy por la mañana, a primera hora, continúen
las labores de búsqueda, a las que se sumarán miembros del GEAS
(Grupo Especial de Actividades Subacuáticas), que realizarán
inmersiones desde una zódiac. Salvamento Marítimo también estará
presente, tal y como anunció ayer Miguel Chicón, su responsable, y
es posible que se cuente con medios aéreos. En todo caso, las
esperanzas de hallar en buen estado al turista no son muy
elevadas.
Todo el litoral de Mallorca, y también el de Menorca, se vio
azotado ayer por un pequeño temporal, que causó otros incidentes.
En la bahía de Palma, Salvamento Marítimo se movilizó por un
windsurfista que se estaba alejando progresivamente de la costa,
debido al fuerte viento que soplaba. El deportista se estaba
quedando sin fuerzas, pero al final pudo regresar por sus propios
medios. En el Port d'Andratx, un barco embarrancó tras acercarse en
exceso a las rocas debido al fuerte oleaje. Su tripulación, pese a
lo aparatoso del accidente, salió ilesa. El último contratiempo
aconteció al este de la isla de Menorca, cuando un yate quedó a la
deriva por problemas en el motor.
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