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Mañana comenzará en la Audiencia Provincial de Palma uno de los juicios más esperados de los últimos meses: la vista contra los cuatro acusados del asesinato de Maria Antònia Colom, una funcionaria del Govern que en noviembre de 2002 fue degollada dentro de un vehículo en Sant María y posteriormente quemada. El juicio se celebrará con tribunal del jurado, y se prevé que dure toda la semana, debido al gran número de testigos y peritos que prestarán declaración.

Los hechos se remontan a finales de octubre de 2002. Según el escrito del fiscal dos de los acusados, Patricio Arturo G.V. y su compañera sentimental, Olivia C.J., que mantenían una relación de amistad con Maria Antònia Colom, le robaron en su domicilio varias joyas valoradas en 4.651 euros. La mujer se percató del robo y fue a casa de la pareja a reclamarlas. Una vez allí, los acusados le pegaron una paliza. Maria Antònia denunció los hechos y dos días después la Guardia Civil recuperó las joyas y detuvo a Patricio. Cuando éste quedó en libertad provisional, siempre según el fiscal, Olivia le convenció para acabar con la vida de la funcionaria «para no tener que responder ante la justicia». El mismo día de su puesta en libertad se reunieron con el tercer acusado, Harbey Paul V.P., y le propusieron el asesinato a cambio de dinero. Como éste se negó, Olivia y Patricio trazaron un plan para matarla ellos mismos. Así, a las 22.00 horas del 5 de noviembre Patricio fue al domicilio de Maria Antònia y la convenció para ir juntos en coche hasta Santa María.

Sin embargo, Patricio detuvo el vehículo en un aparcamiento de las afueras de la población y degolló a la mujer con un cuchillo. Luego trasladó el cuerpo a un punto de la carretera Inca-Llubí y lo arrojó a una cuneta, fue a una gasolinera donde compró cinco euros de gasolina, volvió junto al cuerpo, lo roció y le prendió fuego junto al hombro y los pies, con la intención de que no pudiera averiguarse su identidad.