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La Policía Judicial de la Guardia Civil de Calvià ha vuelto a detener a Marc L., el residente alemán que en 1998 mató a su mujer en Calvià y arrojó su cadáver descuartizado en aguas de la Badia de Palma, atado a un ancla. En esta ocasión, la Benemérita le imputa un delito de malos tratos a su actual compañera sentimental.

Según informaron a Ultima Hora en fuentes judiciales, el pasado martes por la mañana la pareja del ex presidiario se presentó en el cuartel para denunciar que había sufrido malos tratos y tras cumplimentar los trámites habituales en estos casos una patrulla buscó y detuvo al hombre, que se encontraba en Peguera. Marc L. ha negado de forma categórica las imputaciones y ayer fue sometido a un juicio rápido en los juzgados de Palma.

En el mes de julio de 1998 la primera mujer de Marc, llamada Andrea Illona Budach, se desplazó de Alemania a Mallorca para celebrar el cumpleaños de su hijo de dos años. Por entonces ya estaba separada, pero quería que el pequeño estuviera acompañado de su padre y su madre para ese día. En la casa de Marc las cosas se complicaron. Su nueva pareja de ese momento, Paloma A., no soportaba la presencia de Andrea, una bailarina de medidas espectaculares, y se entabló una fuerte discusión entre las dos mujeres y el hombre.

Según la versión de Marc, que confesó este año, Andrea recibió un tirón de pelo y se desnucó al golpearse con una silla. Luego, agobiado por hacer desaparecer el cadáver, lo descuartizó y lo introdujo en una nevera, que llevó al Club Náutico de San Antonio de la Playa, donde su padre tenía amarrada una embarcación.

En aguas de la bahía arrojaron el cadáver atado a un ancla con unas cadenas, para asegurarse que no flotaba. El homicidio imprudente se aclaró hace algunos meses y ya había prescrito, por lo que Marc pasó pocas semanas en prisión. La Guardia Civil, por su parte, concluyó que la muerte de Andrea no había sido tan accidental como la pintó Marc, pero no pudo probar su teoría por el tiempo transcurrido.