El material recuperado es de lo más variado, desde lechonas a jamones, pasando por espadas o instrumentos musicales. Foto: OPC

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La actividad frenética de la organización creó cierta alarma social y el cuartel de sa Pobla, apoyado por efectivos de la Guardia Civil de Palma y Pollença, estrechó el cerco en torno a los sospechosos. Hace algunos días, una parte de la red 'cayó' y se le imputaron 15 robos en turismos. Todos los imputados quedaron en libertad, y supuestamente siguieron con sus lucrativas actividades. Lo que no sabían estos jóvenes es que la Benemérita no había concluido la investigación. Muy al contrario, los agentes montaron discretos operativos de vigilancia nocturna y comprobaron que los implicados frecuentaban, de madrugada, un almacén ubicado en el número 35 de la calle Frío, propiedad de uno de los detenidos.

Allí depositaban el material sustraído antes de poder venderlo en el mercado negro. El viernes por la mañana la investigación tomó el impulso final: varios de los acusados fueron sorprendidos en el interior del local, junto al género ilícito, y el resto fue localizado en diferentes puntos. Un juzgado de Inca autorizó el registro del almacén de la calle Frío, donde los agentes descubrieron un coche de la marca Ford Escort que había sido sustraído días antes en el Port d'Alcúdia.

Además, se encontraron numerosos objetos cuya procedencia no pudieron justificar. Los tres menores quedaron en libertad debido a su edad, pero sus padres fueron informados de sus «ocupaciones» y también se remitió un informe a la Fiscalía de Menores. Los otros siete imputados permanecen en las dependencias policiales y está previsto que en las próximas horas sean puestos a disposición judicial en Inca, en concreto en el juzgado número 5.