Los hechos ocurrieron el 26 de diciembre de 2003.

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El fiscal pide cuatro años de internamiento en un centro psiquiátrico para el hombre que en diciembre de 2003 mató a un ciclista con una ambulancia que había robado en el Hospital Son Llàtzer. Por su parte, la acusación particular reclama que el citado sujeto cumpla una condena de cuatro años en la cárcel.

Queda todavía por determinar si Antonio R., vecino de Llucmajor, que contaba 59 años cuando el 26 de diciembre de 2003 protagonizó una alocada fuga con una ambulancia del 061 robada en las dependencias de Son Llàtzer, es punible o, como mantiene el fiscal, se trata de un demente.

La historia de Antonio R., hasta entonces sin antecedentes psiquiátricos, comenzó cuando tras protagonizar un altercado en Son Sant Joan fue trasladado a Son Llàtzer para ser atendido por un psiquiatra.

En el hospital logró despistar al personal sanitario y robó con facilidad una ambulancia del 061 que tenía las llaves puestas.

A la altura de Mercapalma, arrolló al primer ciclista sin que el accidente le ocasionara lesiones graves, según los facultativos.

Poco después, en el tramo hacia el Coll d'en Rabassa, atropelló a Jaime Modesto Arrom Lostos, de 42 años, que murió en el acto.

Antonio R. fue ingresado en la unidad psiquiátrica de Son Dureta, ya que parecía que sus facultades mentales estaban alteradas. Sin embargo, días después el hospital comunicó al juzgado que el hombre había mejorado y que no existía ningún motivo médico que justificara su estancia. El juez Miquel Florit tomó entonces declaración a Antonio R., quien reconoció haber robado la ambulancia y ser consciente de haber causado la muerte de un hombre.

El fiscal Miguel Àngel Subirán solicitó al juez el ingreso en prisión por un delito de homicidio imprudente.

Asimismo, el juez ordenó que el médico forense hiciera un seguimiento del estado mental del detenido, ya que los facultativos diagnosticaron que se trata de un alcohólico crónico, y que ello podría haber derivado en un brote psicótico.