El 'Xsara Picasso' en el que viajaba la familia Castellano-Morey. Fotos: POLICÍA LOCAL DE LLOSETA

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GUILLEM PICÓ-PEP MATAS
Antonio Castellano Àlvarez, de 34 años años de edad, falleció la madrugada de ayer a consecuencia de un accidente de tráfico. Su esposa, Bernardina Morey Martínez, de 32 años y el hijo del matrimonio, Antonio, de cinco años, sufren lesiones calificadas de graves. La familia viajaba en un vehículo 'Xsara Picasso' que habían sacado del concesionario el viernes por la tarde. El accidente ocurrió sobre las 00.30 horas cuando se dirigían a su domicilio, en Lloseta, procedentes de Consell, donde habían estado en casa de los padres de Bernardina para enseñarles el coche nuevo. El suceso se registró en la carretera vecinal que enlaza Lloseta con la carretera vieja de Inca a Palma, o viceversa, a la altura del 'Foro de Mallorca' y que pasa por delante de la fábrica del Portland. En sentido contrario circulaba un turismo marca 'Toyota Celica', conducido por el único ocupante, Pedro Antonio Sastre, de 28 años y natural de Inca. Parece ser que este último vehículo salió 'escupido' al tomar una curva considerada peligrosa, y se produjo el choque frontal. Se dio la circunstancia de que la primera persona que se detuvo fue Juan Moyá, médico de Lloseta, y en cuyo domicilio trabaja como asistenta de hogar Bernardina Morey.

El médico avisó a la central del 061 y se inmediato se desplazaron al lugar dos ambulancias. Poco después llegaron policías locales de Lloseta y bomberos del Consell del parque de Inca, así como agentes de la Agrupación de Tráfico que se hicieron cargo del atestado. También se personó en el lugar Bernat Coll, alcalde de Lloseta, vecino de la familia accidentada y que había sido avisado del siniestro por el responsable de la Policía Local. Los médicos del 061 no pudieron hacer nada por salvar la vida de Antonio Castellano. Su esposa, el hijo de ambos y el joven que conducía el otro turismo fueron trasladados a un hospital y quedaron ingresados.

Los bomberos tuvieron que rescatar el cuerpo del fallecido, que quedó atrapado entre un amasijo de hierros retorcidos.

La familia es muy conocida y apreciada en Lloseta. El niño, que viajaba en la parte trasera, sufrió en principio la fractura en un brazo y un pie.