Javier Jiménez13/04/05 0:00
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Un delincuente armado con una escopeta de cañones recortados y la cara untada con betún negro consiguió ayer un botín de 50.000 euros en un banco del Port d'Alcúdia. El atraco fue violento y el director resultó herido en la cabeza tras ser golpeado con el arma.

Pasadas las nueve y media de la mañana un individuo de 1,90 centímetros de altura, con acento inglés, irrumpió en la sucursal del Banco de Crédito Balear ubicado en la carretera de Artà número 47, frente a la Avenida Pedro Mas i Reus. Estaba muy nervioso y armado y al parecer intentó colocar unos grilletes al director del banco. Luego le propinó un culatazo en la cabeza, que le abrió una pequeña brecha. El hampón se apoderó de 50.000 euros y a continuación huyó de la oficina. En la calle, presumiblemente, había aparcado un coche o una moto, con el que huyó del Port d'Alcúdia. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Pollença se hizo cargo de la investigación y los agentes inspeccionaron la oficina atracada. Se llevaron las cintas de seguridad, para ser analizadas, y tomaron declaración a los testigos. El directivo lesionado recibió asistencia médica, aunque las lesiones no eran graves. Según ha trascendido, el asaltante iba teñido de negro, vestía un jersey de color azul y era de gran tamaño. Todo indica que era extranjero, pero este dato no está confirmado.

Mientras los especialistas de la Benemérita buscaban huellas e indicios en el interior de la sucursal la Comandancia de Palma puso en marcha un dispositivo «cerrojo», para controlar las entradas y salidas del Port d'Alcúdia. Todas las unidades de Tráfico que se encontraban por las inmediaciones fueron alertadas para que extremaran la vigilancia y se montaron controles en algunas rotondas y cruces. Lo que más llama la atención de los investigadores es que el atracador tenía planificado el golpe y sabía cuando encontraría una suma importante de dinero en efectivo. De hecho, no es corriente que los bancos tengan tantos millones en efectivo fuera de la caja. El modo de actuar y el físico hacen pensar que el delincuente podría ser del Este -quizás rumano o búlgaro- y también es probable que cuente con antecedentes por delitos violentos. La cinta del vídeo permitirá aclarar cómo ocurrió todo.