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JAVIER JIMÉNEZ-FAUSTO RAMOS
Golpe policial y mazazo económico. Las arcas del «clan de la Eva» se desinflaron rápidamente en la tarde noche del lunes cuando el operativo conjunto del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil encontró más de 780.000 euros (más de 130 millones de las antiguas pesetas) en pisos controlados por los narcos de Son Banya y Son Gotleu.

Ayer al mediodía el delegado del Gobierno, Ramón Socías, ofreció detalles sobre la operación en la Jefatura de la calle Ruiz de Alda, acompañado de Elicio Àmez, el nuevo jefe superior de Policía, y Cristófol Santandreu, el coronel jefe de la Guardia Civil. Socías destacó que el dispositivo ha permitido descabezar el clan: «Detener a un pequeño camello es fácil, lo importante es llegar a los que están más arriba». Y en este sentido, los resultados han sido más que satisfactorios. La investigación sobre el «clan de la Eva» se inició hace más de cuatro meses y lo más llamativo es que la coordinación entre los dos Cuerpos policiales fue perfecta, algo no demasiado habitual. No hubo ni celos ni protagonismos y los expertos antidroga fueron estrechando el cerco a la espera de asestar el golpe definitivo, que no llegó hasta el lunes. Dos días antes, empero, ya se habían producido dos detenciones: la de un constructor vinculado con la distribución de alijos de cocaína y la de otro implicado en la trama, aunque a un nivel muy inferior.

Pero fue en la tarde del día 11 cuando un centenar de efectivos de ambos Cuerpo, apoyados por un helicóptero, tomaron el poblado gitano de Son Banya, el mayor supermercado de la droga en Mallorca. De forma paralela, otros agentes se desplazaron a pisos de Son Gotleu, Sant Jordi y es Rafal, donde continuaron con el operativo. También fue registrada una nave del Camí Salard. En total se intervinieron 7,5 kilos de cocaína, más de 780.000 euros, coches de gran cilindrada, útiles para la manipulación de sustancias estupefacientes, balanzas de precisión, teléfonos móviles y cajas fuertes.

La banda introducía una media de 20 kilos de cocaína al mes en la Isla, y obtenía jugosos ingresos en forma de millones. Juan María O.C., el constructor apodado «Juan el Payo» tiene 52 años y está considerado como el principal socio de «La Eva». Eva María C.M., la jefa del clan, distribuía la droga que le pasaba el empresario en Son Banya y Son Gotleu. María Luisa M.M., de 19, trabajaba para «la Eva» realizando las funciones de «punto».

José Manuel O.N., de 43, vigilaba en el poblado gitano y también custodiaba la droga. Antonio M.U., de 47, ocultaba en su chabola de Son Banya los alijos de 'coca' que iban llegando. Asunción M.R., alias «La Bizca», de 42 años, es compañera sentimental de Antonio y tenía el mismo cometido que él. Y el último arrestado es Raimundo G.T., de 30 y conocido como «Ramón», que recibía el género de Juan María y lo vendía a pequeña escala.