Ayer al mediodía el delegado del Gobierno, Ramón Socías, ofreció
detalles sobre la operación en la Jefatura de la calle Ruiz de
Alda, acompañado de Elicio Àmez, el nuevo jefe superior de Policía,
y Cristófol Santandreu, el coronel jefe de la Guardia Civil. Socías
destacó que el dispositivo ha permitido descabezar el clan:
«Detener a un pequeño camello es fácil, lo importante es llegar a
los que están más arriba». Y en este sentido, los resultados han
sido más que satisfactorios. La investigación sobre el «clan de la
Eva» se inició hace más de cuatro meses y lo más llamativo es que
la coordinación entre los dos Cuerpos policiales fue perfecta, algo
no demasiado habitual. No hubo ni celos ni protagonismos y los
expertos antidroga fueron estrechando el cerco a la espera de
asestar el golpe definitivo, que no llegó hasta el lunes. Dos días
antes, empero, ya se habían producido dos detenciones: la de un
constructor vinculado con la distribución de alijos de cocaína y la
de otro implicado en la trama, aunque a un nivel muy inferior.
Pero fue en la tarde del día 11 cuando un centenar de efectivos
de ambos Cuerpo, apoyados por un helicóptero, tomaron el poblado
gitano de Son Banya, el mayor supermercado de la droga en Mallorca.
De forma paralela, otros agentes se desplazaron a pisos de Son
Gotleu, Sant Jordi y es Rafal, donde continuaron con el operativo.
También fue registrada una nave del Camí Salard. En total se
intervinieron 7,5 kilos de cocaína, más de 780.000 euros, coches de
gran cilindrada, útiles para la manipulación de sustancias
estupefacientes, balanzas de precisión, teléfonos móviles y cajas
fuertes.
La banda introducía una media de 20 kilos de cocaína al mes en
la Isla, y obtenía jugosos ingresos en forma de millones. Juan
María O.C., el constructor apodado «Juan el Payo» tiene 52 años y
está considerado como el principal socio de «La Eva». Eva María
C.M., la jefa del clan, distribuía la droga que le pasaba el
empresario en Son Banya y Son Gotleu. María Luisa M.M., de 19,
trabajaba para «la Eva» realizando las funciones de «punto».
José Manuel O.N., de 43, vigilaba en el poblado gitano y también
custodiaba la droga. Antonio M.U., de 47, ocultaba en su chabola de
Son Banya los alijos de 'coca' que iban llegando. Asunción M.R.,
alias «La Bizca», de 42 años, es compañera sentimental de Antonio y
tenía el mismo cometido que él. Y el último arrestado es Raimundo
G.T., de 30 y conocido como «Ramón», que recibía el género de Juan
María y lo vendía a pequeña escala.
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