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La juez ha decretado la absolución para los cinco implicados en una trifulca que tuvo lugar durante la ceremonia de clausura de la Olimpiada de Ajedrez de Calvià, el pasado 31 de octubre. El incidente implicó a Zurab Aizmaparishvili, jugador y presidente de la Federación Georgiana de Ajedrez, a dos guardias civiles y a dos policías locales de Calvià. El problema se originó cuando Aizmaparishvili intentó subir al escenario donde estaba el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), Kirsan Ilumyinov, para aclarar un fallo en la entrega de los premios. Varios guardias civiles intentaron impedírselo y se produjo un forcejeo, en el que el georgiano pegó un cabezazo a un guardia civil. A continuación, varios agentes locales intentaron reducir a Aizmaparishvili, que cayó sobre unas sillas metálicas y luego al suelo.

Las diligencias por este incidente continuaron instruyéndose, puesto que, además de la denuncia interpuesta por la Guardia Civil, existía otra presentada por Aizmaparishvili, quien aseguraba que el agredido había sido él.

La guardia civil detuvo al directivo georgiano, que al cabo de dos días prestó declaración ante la juez de guardia de Palma por un delito de resistencia a la autoridad. La juez le dejó en libertad bajo una fianza de 500 euros, que depositó un abogado de la Federación Internacional de Ajedrez.

El juicio, que debía celebrarse ayer, pobló el pasillo de instrucción 10 de policías locales, guardias civiles y varios testigos del propio Aizmaparishvili, procedentes de países muy diversos. Entre ellos se encontraba H. Truong, capitán del equipo femenino de ajedrez de Estados Unidos y E. Nolsoe, jugador del equipo de Islas Faroe, o Makropulos, segundo presidente de la FIDE y también georgiano.