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El 22 de julio de 2004 la Guardia Civil llevó a cabo una actuación en una discoteca de la isla de Eivissa, en la que se descubrió que en el primer piso de la denominada 'zona VIP' había dos locales que se utilizaban única y exclusivamente para que los clientes pudieran esnifar cocaína 'en la intimidad'. De esta actuación se entregó un informe al Juzgado de Instrucción nº 3 de Eivissa y otro al delegado insular. En el mismo se incluían fotografías de las dos dependencias, a las que se accedía a través de una puerta de madera que no tenía ningún tipo de cerradura especial, y dentro había una especie de barra de madera en cada cuartos, situadas a media altura. La Guardia Civil 'sorprendió' entrando en los cuartos a varias personas, y se pudieron tomar imágenes de las 'rayas' de cocaína, de billetes enrollados en forma de canuto para esnifar la droga, y de tarjetas Visa para 'cortar' la sustancia estupefaciente.

Una vez llevada a cabo la actuación, por parte de agentes de un puesto de la Benemérita de la isla de Eivissa, y de los mismos empleados de seguridad de la discoteca, se precedió a desmontar los dos cuartos, quedando también reflejadas estas imágenes en los informes que se efectuaron y se entregaron a las autoridades correspondientes. A nivel judicial el informe quedó sobreseído tiempo después, y en cuanto a la vía administrativa, la discoteca nunca ha sido clausurada, o al menos no se ha tenido constancia a nivel oficial de que así haya sido. También, durante los veranos de 2002, 2002, 2003 y 2004, la Guardia Civil llevó a cabo inspecciones en bares, pubs, locales de alterne y dicotecas de la 'Isla Blanca', siempre en terreno de lo que es la competencia de dicho Cuerpo, es decir, fuera de la ciudad de Eivissa. El resumen de todas estas actuaciones fue que se levantaron una cinquentena de actas por permitir el consumo de distintos tipos de drogas en otros tantos locales, y las mismas fueron también entregadas a la Delegación Insular. En la inmensa mayoría de los casos los expedientes acabaron con sanciones económicas a los propietarios de los locales, con cantidades entre los 400 y los 600 euros, pero en ningún caso se ha procedido al cierre de ninguno de los locales denunciados.

En relación al problema del consumo de drogas en Eivissa, la consellera de Salut i Consum, Aina Castillo, anuncia que en septiembre mantendrá una reunión con los responsables del Plan Nacional sobre Drogas.