Según explicó a este periódico el responsable de Salvamento
Marítimo, Miguel Félix Chicón, la alarma saltó a la una de la
tarde, cuando el buque «Mercedes del Mar» se dirigía a la Ciudad
Condal. Un pasajero cayó al agua desde la cubierta y pudo ser
rescatado con relativa facilidad. Sin embargo, algunos testigos
creyeron haber visto a dos personas en el mar, por lo que el buque,
de la naviera Iscomar, detuvo el trayecto y permaneció en la zona,
expectante. Un avión del SAR («Search and Rescue», búsqueda y
rescate) y un avión sobrevolaron la zona, apoyados por otro
helicóptero de Salvamento Marítimo y una embarcación de auxilio. La
Armada fue avisada, por si era necesaria su apoyo, y otros barcos
particulares que navegaban por la zona fueron puestos al corriente
de la posible presencia de un náufrago en aquellas aguas, a unas 10
millas al norte de sa Dragonera.
La tripulación del «Mercedes del Mar» trató de cotejar las
tarjetas de embarque con la lista de pasajeros, para comprobar si
faltaba alguien. La operación fue compleja y al cierre de esta
edición no estaba demasiado claro si realmente faltaba un pasajero
en el buque. El 'ferry', mientras tanto, permaneció en aquellas
coordenadas y el capitán advirtió que no reanudarían la marcha
hasta que no estuviera aclarado lo ocurrido. El estado de la mar no
era alarmante, por lo que se investiga cómo cayó el pasajero que sí
fue rescatado.
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