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Mientras su madre estaba siendo juzgada, María del Mar, de un año y medio, correteaba ayer por el patio de la Audiencia Provincial de Palma en busca de un chupete y un sonajero que se caían constantemente de sus manos, rodeada de policías y guardias civiles. En mayo de 2004, su madre Jessica Maria B. la abandonó en los servicios de la Capitanía del puerto de Palma, a los pocos minutos de parirla. Nada más salir de los servicios, se encontró con dos mujeres a las que explicó que se había encontrado con una recién nacida y que ella no era la madre. Las mujeres hallaron a la niña de pie dentro de la taza de un váter, la recogieron y la envolvieron en un jersey.

La mujer, que al principio aseguraba no saber nada de la niña, quedó delatada cuando la Guardia Civil observó manchas de sangre en sus zapatos. Luego fue sometida a un examen por parte del forense, quien observó evidentes síntomas de que la mujer había dado a luz.

Su caso pasó a la Audiencia Provincial, y el fiscal la acusó en principio de un delito de homicidio en grado de tentativa por el que solicitaba ocho años de cárcel.

El caso fue juzgado ayer, y Jessica Maria, en su declaración, reconoció por fin los hechos, por lo que el fiscal modificó sus conclusiones, acusando a la madre de un delito de abandono de menores al considerar que la mujer no intentó matar a la niña.

Sin embargo, el fiscal alertó que «resulta difícilmente entendible que una mujer con un cierto nivel cultural y económico llegue a tomar una decisión semejante». En otro de los puntos de su intervención, el fiscal reconoció que enviar a la cárcel a la madre «podría suponer un trauma para la pequeña», por lo que acordó con la defensa una condena de dos años de prisión, sustituibles por el pago de una multa de 65.000 euros. Parte de la decisión se basa en los últimos informes presentados por médicos y psicólogos, quienes afirman que la relación entre la madre y la hija, actualmente, «es adecuada».