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Hace un par de días, los empleados del Centro Canino Internacional encontraron una perrita de dos años abandonada en los alrededores del campo de golf de Son Termes. Tras llevarla a sus instalaciones de es Pil·larí, en s'Arenal, comprobaron que llevaba instalado un microchip y decidieron quedársela unos cuantos días en espera de que su dueño la localizara. Igualmente, repartieron carteles con la fotografía de la perrita por todas las instalaciones de la cadena hotelera propietaria del campo de golf.

Sin embargo, cuando ayer por la mañana acudieron al centro, se encontraron al animal ahorcado con un cable y amarrado a la puerta con un alambre, aunque el animal murió antes, por causas que investiga una veterinaria.

Unos vándalos habían entrado por la noche en las instalaciones, provocando diversos daños materiales. Los asaltantes rompieron una de las ventanas de la casa a pedradas. Asimismo, cogieron unos neumáticos, los apilaron contra una de las paredes y les prendieron fuego.

Juan Gil, presidente del Centro Canino Internacional, comentó a este periódico que no es la primera vez que asaltan el centro. De hecho, tienen interpuestas en los juzgados hasta seis denuncias por daños, aunque en ningún caso han esclarecido quiénes son los autores de los actos. En las paredes del centro han aparecido pintadas en ruso, aunque Gil sospecha que tras los ataques podría haber intereses urbanísticos.