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Palma contará a partir del año próximo con su propio Plan de Emergencia Territorial (Platerpalma), un documento que permitirá «articular todos los medios en caso de una catástrofe con la máxima celeridad», según explicó ayer el teniente de alcalde de Seguretat Ciutadana del Ajuntament de Palma, Àlvaro Gijón.

El pliego de condiciones técnicas y administrativas para la puesta en marcha de este plan, que contará con un presupuesto inicial de 119.500 euros, se aprobará hoy en la junta de gobierno.

Gijón explicó ayer que el Plan, que cuenta con la colaboración de un equipo pluridisciplinar, se articulará en cuatro puntos distintos. El primero de ellos consiste en un estudio del territorio de Palma en cuanto a su población, meteorología, instalaciones industriales, hidrogeología, ecología, geografía, historia y patrimonio. El segundo comprende un inventario de los posibles riesgos de Palma, tales como sequías, crecidas de torrentes, temporales, movimientos sísmicos, incendios, escapes y vertidos químicos o biológicos, accidentes marítimos, aéreos o de carretera e incluso tsunamis y risagas. En su tercer punto, el plan cataloga los recursos existentes, mientras que la última parte se centra en la activación del plan en tres distintos niveles: pre-emergencia o fase verde, alerta o fase amarilla y emergencia o fase roja.