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La Audiencia Provincial ha condenado a nueve años de cárcel al joven de 27 años Juan José S.V. por intentar asesinar a puñaladas a su novia, en la bañera de un domicilio de Son Cladera y después de celebrar la fiesta de cumpleaños de la joven.

La historia comienza el 4 de septiembre. Ese día la pareja había comido en casa de los padres de la víctima. Por la noche, ambos celebraron un «botellón» en el Paseo Marítimo y allí es cuando comenzaron los problemas. Al parecer, el condenado se puso «celoso» al ver cómo su novia mantenía una conversación con un viejo amigo al que hacía mucho tiempo que no veía. La pareja, que llevaba un año y medio de convivencia, tenía planes de casarse e incluso habían comprado una casa en Son Cladera. El grupo siguió de copas un rato y ya de madrugada fueron a una discoteca donde Juan José, según la sentencia, comenzó a beber «compulsivamente» varios whiskies con agua, además de esnifar una raya de cocaína.

Ya de madrugada abandonaron la discoteca y la mujer dejó a su novio en la casa de Son Cladera. Pocos minutos después, el joven le envió un mensaje de teléfono en el que le decía: «amorcito, sé que te he perdido, me voy a suicidar, te querré siempre».

La chica dio media vuelta y, ya en la vivienda, vio a su novio con varios cortes superficiales en las muñecas hechos con una botella de cerveza rota. La chica le lavó las heridas, se las curó y regresó a su casa.

Pocos minutos después el joven, presa de un ataque de celos, cogió un cuchillo de cocina y fue a casa de la novia. La sentencia explica en este punto que decidió emprender el viaje sabiendo que «en aquellas horas se encontraría sola en el domicilio, pues sus padres eran panaderos y se iban a trabajar sobre las cinco». Una vez en la finca, rompió el cristal de la puerta principal de una patada y forzó la puerta de entrada.

La chica dormía profundamente y el joven se subió a la cama, le clavó el cuchillo en el abdomen y se alejó, momento en que la novia se despertó muy aturdida y vio a Juan José al pie de la cama manchado de sangre. Aún confusa, le propuso ir al baño con la intención de limpiar la sangre del chico. Cuando estaban en la bañera, él intentó estrangularla. La mujer estuvo a punto de desfallecer, aunque antes pudo darle una patada en los testículos y alejarse. El novio la siguió y la apuñaló varias veces por la espalda, aunque ella logró escapar hacia la escalera, donde fue socorrida por algunos vecinos que oyeron sus gritos.

El fallo considera al joven como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de allanamiento de morada. Asimismo, deberá indemnizar a la joven en 32.280 euros por las graves lesiones que le causó.