El cazador cazado. Un ciudadano belga ha pasado tres días en un
hospital palmesano a causa de la lesiones que sufrió cuando
irrumpió armado en casa de su ex novia, en Sóller, y se enfrentó
con ella y con el amigo de la chica. Poco antes había secuestrado a
un motorista para que le llevara hasta la vivienda de la
víctima.
De acuerdo con los datos facilitados desde la Oficina Periférica
de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Palma el extranjero, que
tiene 33 años, está acusado de un delito de malos tratos,
allanamiento de morada, amenazas de muerte y agresión sexual. La
pareja había mantenido relaciones sentimentales durante un tiempo,
pero la convivencia era muy tormentosa por el carácter agresivo de
él. La chica decidió romper y el belga no lo aceptó. Siguió
hostigándola hasta que un juez dictó una orden de alejamiento, para
que no pudiera acercarse a ella. El pasado domingo, por la tarde,
el joven despechado se ofuscó y decidió llegar cuanto antes a la
casa de ella en Sóller, temiendo que pudiera estar con otro
acompañante masculino. Para ganar tiempo abordó a un motorista de
15 años y le esgrimió un cuchillo. Bajo amenazas lo obligó a
llevarle a la vivienda de su ex y luego lo dejó marchar. Subió al
piso y se encaró con la joven, a la que intimidó e insultó. La
víctima consiguió deshacerse de él sin resultar lesionada y el
extranjero volvió a la calle, todavía furioso con ella. Parece ser
que estuvo pululando por Sóller y tomó copas en algunos bares,
hasta que se le metió en la cabeza la idea de volver a la casa de
su ex pareja. Le atormentaba la idea de que estuviera con otro, tal
y como en realidad sucedía, y en esta ocasión accedió a la casa
descolgándose desde el tejado, a altas horas de la noche. La
encontró con su amigo y los tres se enfrascaron en una violenta
pelea.
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