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Movilizados por el 112, personal de la Direcció General d'Emergències del Govern, 061, Bombers de Palma, Policía Local, CNP y operarios de Gesa acudieron al centro, ubicado en la calle Marquès de Fontsanta. Los responsables del instituto abrieron las ventanas para que se ventilara el edificio y los alumnos salieron al patio. La directora del centro destacó la «inmediata reacción que hemos tenido por parte de los grupos de emergencia después de dar el aviso». Miembros de la Conselleria d'Educació también acudieron al instituto para conocer en persona lo que ocurría.

Después de revisar las instalaciones se volvió a descartar que hubiese una fuga de gas y se avisó a Emaya ante la posibilidad de que el fuerte olor provenga de la red de alcantarillado. El instituto tiene una capacidad para 500 alumnos y actualmente hay unos 480 matriculados. La revisión de las instalaciones duró hasta las 11.30 horas aproximadamente. Como las clases finalizaban a las 13.00 horas, se consultó con los responsables de la Conselleria d'Educació si se reanudaban o se daban por acabadas. Finalmente se optó por esta segunda opción.

Por la tarde estaba previsto que funcionarios de Emaya inspeccionasen la red de alcantarillado para averiguar si el fuerte olor procede de allí.