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EFE/REUTERS-VARSOVIA
Las autoridades polacas dieron ayer por concluida la operación de rescate de las víctimas del hundimiento del techo del Centro Internacional de Exposiciones de Katowice, ante la creencia de que no hay supervivientes.

Menos de 24 horas después de producirse la tragedia, que costó la vida a 66 personas e hirió a 141, el jefe de bomberos explicó que los perros no han detectado señales de vida.

En el momento de producirse el hundimiento del techo en el recinto ferial, que acogía una exposición internacional de palomas mensajeras, había unas quinientas personas.

Unos 1.350 policías, bomberos, gendarmes militares y mineros de las brigadas de socorro han participado en las tareas de rescate de una tragedia que ha paralizado por completo Polonia.

Las autoridades han anunciado una investigación que determine las causas del siniestro, que según expertos podría deberse a defectos en la construcción del edificio, las fuertes heladas que azotaron la zona, que pudieron debilitar la construcción, y la alta temperatura que reinaba en el interior del recinto.

Un testigo afirma que vio cómo se rompían las tuberías de agua y salían de ellas grandes chorros de líquido que al poco rato se congelaba. Al parecer, la alta temperatura interior pudo recalentar el techo y provocar que la nieve se derritiera y provocara, por presión, el hundimiento del tejado.

«Oímos algo crujir como una cerilla rompiéndose y la gente empezó a aterrorizarse al darse cuenta de lo que estaba sucediendo (...) empecé a correr y algo me cayó encima, otras personas pasaron por encima de mí y tuve que moverme a gatas», dijo un testigo.