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MICHELS/E.L.V.
La intensa lluvia de estos días ha tenido también sus consecuencias en la zona de es Raiguer. En Binissalem, la policía local tuvo que cerrar ayer por la mañana ecamí vel de Muro, ante el riesgo de que el torrente de Almadrà pudiese desbordarse. Minutos antes del cierre del camino, los coches tenían algunos problemas al pasar por el tramo que atraviesa el torrente.

Por otra parte, la policía local de Andratx tuvo que cerrar ayer un tramo de dos kilómetros de la carretera que une Camp de Mar y el Port d'Andratx debido a un nuevo y peligroso desprendimiento. El corrimiento de tierras tuvo lugar en las obras de unos chalets de la calle Gardenia en la noche del lunes. Allí, un muro de hormigón cedió varios metros debido a las obras que se estaban realizando para construir una pared de contención.

Otro de los torrentes que estuvo ayer al borde de su capacidad durante algunas horas fue el de Sant Miquel, entre Inca y Campanet.

En Inca, las fuertes rachas de viento registradas el lunes por la noche provocaron la caída de ramas y de algunas vallas, por lo que se produjeron llamadas a los Bomberos del Consell a lo largo de todo el día.

En Pollença, la lluvia provocó la inundación de la ronda, un hecho habitual cada vez que llueve en esta localidad.

El hundimiento del terreno, en una zona escarpada, dejaba muy expuestos a los vehículos que circulaban por el lugar. La policía local envió varias patrullas y los agentes, tras recorrer los 50 metros dañados, decidieron el cierre de la vía. Luego llamaron a los arquitectos responsables de la obra, quienes ordenaron la instalaron vallas y la colocación de una pequeña protección hasta la llegada de un técnico de la Conselleria de Obres Públiques i Urbanisme, que estudió los daños.