Agentes del EDOA y del juzgado, junto a obreros de un lujoso chalet registrado ayer. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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La operación «Fallas» entró ayer en su fase final. Agentes antidroga de la Guardia Civil registraron simultáneamente un lujoso chalet de Marratxí y una casa de Palma propiedad, supuestamente, de un clan de narcotraficantes de Son Gotleu. Los funcionarios pretenden demostrar que esos bienes y otros, que serán inspeccionados en breve, fueron adquiridos con dinero procedente de la droga.

A media mañana numerosos efectivos del EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) se desplegaron en Palma y Marratxí, según confirmaron en fuentes del Juzgado de Instrucción Número 7, que autorizó los registros y envió a sendas comisiones judiciales. La mansión de Marratxí es propiedad, supuestamente, de Dolores S.D., detenida la semana pasada en relación a los tres kilos de cocaína interceptados por la Benemérita.

La vivienda, de dos plantas y que está en obras, tiene unos 800 metros construidos y está emplazada en un gran solar. Está a nombre, al parecer, de un testaferro, pero los investigadores tienen claro que pertenece a la joven gitana que quedó en libertad el pasado fin de semana. En aquella ocasión la Guardia Civil detuvo a nueve integrantes del clan de Son Gotleu, pero sólo tres ingresaron en prisión tras declarar ante la jueza Piedad Marín, titular del Juzgado de Instrucción Número 4.

Durante la inspección sorpresa de ayer en Marratxí fueron identificados una docena de obreros que trabajaban en la obra. La comisión recorrió las amplísimas estancias de la casa y tomó nota de diferentes detalles. En la vivienda de Palma, adquirida por otro de los miembros del clan, e igualmente a nombre de un 'hombre de paja', se siguió el mismo procedimiento y se levantó acta de todo lo que allí había.

Los registros iniciados ayer son consecuencia de seis meses de laboriosa investigación. El EDOA descubrió que 'narcos' gitanos de Son Gotleu estaban compinchados con otros traficantes de Madrid, que les enviaban los paquetes de cocaína a través de agencias de transporte. La segunda fase fue decapitar la cúpula de la organización y apresar a sus integrantes. Ahora la maquinaria policial se ha centrado en los bienes inmuebles de la banda, que podrían ser requisados.