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Dos ciudadanos polacos serán juzgados el próximo mes en Vía Alemania acusados de extorsionar, robar, amenazar y golpear a dos alemanes en Llucmajor y Calvià. Los acusados, Zbigniew W.S. y Bartolomiei M.B., de 32 y 29 años respectivamente, se hacían pasar por albañiles para contactar con sus víctimas.

En abril de 2005, los acusados fueron contratados por un ciudadano alemán de 75 años para realizar unas obras en su finca de Llucmajor. Tras pactar el precio surgieron discrepancias y, según el fiscal, le pidieron más dinero. En caso contrario, le amenazaron con matarle. El hombre les pagó y no supo más de ellos hasta varios días más tarde, cuando Zbigniew W.S. se presentó en su casa, realizó pintadas amenazadoras en el muro de entrada y le provocó daños en el coche por valor de 400 euros.

Tras este capítulo, y 15 días más tarde, este mismo acusado acudió a la finca acompañado de otra persona. Ambos exigieron al alemán 1.000 euros, diciéndole que si no se lo entregaba le iban a matar y a poner una bomba en su casa. Esta vez la víctima se negó a entregarles dinero, por lo que los intrusos comenzaron a asestarle puñetazos en la cara. El hombre les entregó 120 euros aunque siguieron golpeándole, con lo que les dio otros 150 euros que llevaba en la cartera. A pesar de ello siguieron dándole puñetazos y le exigieron que les acompañase al banco para sacar más dinero. El hombre, de 75 años y ya extenuado, les dijo que el banco estaba cerrado. Ante esta respuesta, el acusado se abalanzó sobre él, le tiró, le agarró la cabeza y se la golpeó contra el suelo hasta dejarlo inconsciente. La larga lista de lesiones de la víctima, que tardó dos meses en recuperarse, incluía contusión cerebral y diversos hematomas. Además, el hombre perdió la visión varios días debido a los enormes moratones que tenía en los ojos. La segunda víctima fue otro alemán, quien les pidió que hiciesen unas obras de reforma en un mesón de Son Ferrer, en Calvià. Tras pactar el precio, al segundo día le exigieron la entrega de una cantidad de dinero que no habían acordado. El hombre se negó, por lo que le robaron una caja de herramientas con material por un valor cercano a los 400 euros. Minutos más tarde del hurto le llamaron por teléfono, diciéndole: «págame el dinero o si no vas a tener que salir de la isla porque te mataré». Al día siguiente volvieron al lugar de trabajo y el hombre les entregó la cantidad de dinero que le habían pedido.

El fiscal les imputa tres delitos de extorsión, uno de daños, hurto y lesiones por los que solicita penas que suman 23 años.