Para trabajar en 'Pascha' las mujeres deben aportar todo tipo de
documentación como certificados sanitarios y laborales. Las mujeres
están dadas de alta en la Seguridad Social y 'Pascha' paga una
cantidad diaria al Ayuntamiento por cada una de ellas. 'Pascha'
aporta a las arcas estatales unos dos millones de euros al año.
Suma que sale de los bolsillos de los casi 30 mil clientes que
acuden mensualmente al local. Es decir, en teoría, más de 300 mil
hombres al año lo visitan.
El edificio se construyó en los años 80 y viven cerca de 150
mujeres de todas las nacionalidades. Cincuenta personas más
trabajan dando servicios de seguridad, limpieza, mantenimiento y
sanidad. Las chicas pagan 180 euros diarios por su habitación, en
la que viven y trabajan casi todo el año. La planta novena es de
uso exclusivo para las chicas y los empleados.
Disponen de servicio médico, administración, lavandería,
tiendas, salón de belleza, restaurante, terraza, bares, salas de
descanso, etc. Algunas mujeres llevan viviendo en 'Pascha' desde su
inauguración y todas las habitaciones están ocupadas. Durante los
fines de semana, carnavales o para los próximos mundiales de
fútbol, los propietarios se ven obligados a hacer un sorteo para
dar respuesta a las centenares de solicitudes de chicas de todas
partes del mundo.
Los clientes negocian con cada chica el precio del 'servicio'.
La nueva regulación, vigente en Alemania desde 2002, permite
ejercer esta profesión libremente, aunque la ley matiza que los
precios los ponen las mujeres. En Alemania, mujeres u hombres
pueden trabajar como 'autónomos del sexo' o en una empresa
legalmente establecida. Las prostitutas no están obligadas a estar
con clientes que no deseen y la empresa no se podrá quedar, según
la ley, una parte de sus beneficios, simplemente les cobrará una
cuota por el uso y mantenimiento de las instalaciones.
Esta regulación estricta de la actividad y las magníficas
instalaciones de 'Pascha' han hecho disminuir la prostitución
callejera en Colonia, por lo que ha descendido también la
corrupción y las mafias, y se ha frenado el avance de las
enfermedades de transmisión sexual y mejorado la imagen de la
profesión más antigua del mundo. En el edificio 'Pascha' de Colonia
hay tres elementos independientes. En la planta baja hay un teatro
cabaret que puede albergar hasta 500 personas por actuación. En el
local los números son realizados por unas 30 bailarinas
profesionales de muy alto nivel con las que está totalmente
prohibido mantener relaciones.
El segundo elemento lo constituyen las ocho plantas destinadas a
albergar a las chicas que viven allí. Para acceder del cabaret a
las plantas de las chicas hay un control de seguridad donde es
preciso pagar cinco euros. El tercer elemento, independiente de los
dos anteriores, está en una planta superior donde, por 100 euros el
cliente puede disfrutar de un bar de lujo con barra y buffet libre,
un masaje terapéutico, hasta 24 horas de estancia tranquila en
salones privados, sauna y media hora íntima con una chica.
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