Los tres miembros de la familia alemana que el pasado miércoles por
la noche fue hallada muerta en su domicilio del barrio de la Marina
fallecieron el pasado 7 de marzo, es decir, ocho días antes de ser
encontrados, según los datos de la autopsia. De este estudio se
desprende también que los padres mataron a su hijo muchas horas
antes de suicidarse. Aunque la autopsia apunta que no hay ningún
signo de violencia ni señales de que el niño fuera atado por sus
padres, en el acta del levantamiento de los cadáveres se apunta que
el pequeño estaba atando por los pies por encima del pantalón a la
cama.
Los tres cuerpos tenían bolsas en la cabeza, pero el del pequeño
tenía dentro de la boca un algodón que sus padres mojaron
probablemente con cloroformo para dormirle. Después le colocaron
una mascarilla y la bolsa por encima. La bolsa del pequeño estaba
atada al cuello con dos lazos, aunque según la autopsia no estaban
trabados con fuerza. Los resultados de los análisis toxicólogicos
determinarán si el menor ingirió barbitúricos, aunque en principio
la causa más probable del fallecimiento es asfixia. En el caso de
los padres se presupone que la causa fue la ingesta de pastillas
mezcladas con alcohol y que las bolsas se las colocaron para
acelerar la muerte.
Fuentes del Juzgado de Instrucción número 1, que instruye el
caso, informaron ayer de que la pareja envió a un amigo, al que han
testado todos sus bienes, una carta a través de fax en la que le
decían que a partir del día 15 ya podían «entrar en la casa», en
referencia al piso en el que ese mismo día la policía encontró los
cadáveres después de que este hombre, también de nacionalidad
alemana, presentara una denuncia en la Comisaría del Cuerpo
Nacional de Policía.
Los agentes ya han interrogado a este hombre y el Juzgado de
Instrucción número 1 espera este testimonio para tomarle
declaración. Se desconoce si el amigo conocía las intenciones
exactas de la pareja y si decidió respetar su decisión. Si fuera
así, podría ser acusado de encubrimiento por el homicidio del
menor.
El Juzgado confirmó ayer que el niño, que el día que fue
encontrado muerto cumplía 12 años, era hijo de él, y no de ella,
como se informó en un primer momento. Al parecer, ella no tenía
hijos. Él tiene otra hija que vive con su madre en Alemania. La
pareja ha testado todo su patrimonio a su amigo, en detrimento de
esta otra hija. La pareja, el niño y el amigo llegaron juntos a la
isla a principios del año pasado. No escolarizaron a su hijo más
que tres meses.
La Policía Científica del CNP encontró en el piso de la Marina
en el que estaban los tres cadáveres de los alemanes, una gran
cantidad de dinero aún sin cuantificar.
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