Trabajan unas horas al día. Junto al mar, en días soleados. Y
encima obtienen unos honorarios altos, elevadísimos. Lo más
llamativo es que son unos 'fuera de la Ley', pero ni la Policía
puede detenerlos. Los 'trileros', expertos en engañar a turistas,
han vuelto a la Platja de Palma. Se acerca la Semana Santa y ya se
frotan las manos. ¿Alguien da más?.
El domingo por la tarde s'Arenal de Palma y s'Arenal de
Llucmajor ofrecían un aspecto espléndido: playas con bañistas,
locales llenos de turistas y veraneantes por doquier. Pero tanta
perfección era sospechosa y de improviso cuatro collas se
instalaron en las inmediaciones de la calle Milán y el Pont des
Jueus, dentro del término de Palma. Caja en mano, farfullaban la
misma frase: «¿Dónde está la bolita, amigos?». Su puesta en escena
es digna de una escuela de teatro: una falsa pareja de turistas
(llamados «ganchos»), ataviados como tal, simula que gana dinero
adivinando qué patata oculta la pelotita.
Hacen aspavientos, gritan. Su alegría parece sincera. No muy
lejos, en cada esquina, tres más de la colla vigilan las calles,
por si aparece la policía. Y al final, como era de prever, la
avaricia puede más que la prudencia y los veraneantes empiezan a
picar. Apuestan 30, 50 ó 60 euros. La euforia inicial se frena y
los semblantes de los jugadores, antes sonrientes, reflejan cierta
preocupación. Cuando quieren recuperar su dinero ya es tarde: si
protestan se encuentran con la otra cara del 'trilero', no tan
amable como hace unos minutos.
El panorama promete agravarse en Semana Santa y los comerciantes
ya han mostrado su inquietud: «Para la imagen de la zona es un duro
golpe. No se trata sólo de 'trileros'. Junto a los turistas que
sacan sus carteras para apostar a la bolita siempre hay
carteristas, y eso sí que es delincuencia», se queja un veterano de
los souvenirs de s'Arenal.
La Policía, por su parte, poco puede hacer. El trile no es un
delito y sólo puede ser sancionado por vía administrativa. En ese
vacío legal es donde se amparan los 'trileros' para campar a sus
anchas por la primera línea de playa de s'Arenal. «Año tras año
ocurre lo mismo. Llega el verano y están aquí. Llega la Semana
Santa, y lo mismo. Ya estamos bastante cansados de que todo siga
igual», cuenta una vecina de la calle Milán.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.