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El Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Palma concedió una orden de protección a una mujer un mes después de haberla solicitado ante la policía, pero se la retiró a los seis días de dársela. La denunciante ha expresado su «decepción» por lo ocurrido porque «constantemente animan a las mujeres a que denuncien los casos de malos tratos y después pasan situaciones como ésta. Al menos espero que explicando mi caso no le pase lo mismo a otras mujeres».

La mujer inició una relación con un hombre y un tiempo después ella le pidió que fuese a vivir a su casa «porque las cosas iban muy bien y todo era maravilloso». Sin embargo -explica la mujer- a partir de ese momento el hombre se transformó y la relación cambió por completo, hasta finales del pasado mes de junio cuando ella le pidió que se fuera de casa porque «la convivencia entre ambos no era posible por incompatibilidad de caracteres». Según la denunciante la reacción del hombre fue muy violenta, rompiendo varios cuadros, realizando pintadas por toda la casa y causando daños materiales en el mobiliario.

A raíz de estos hechos estuvieron separados hasta finales de septiembre, cuando reanudaron la relación, aunque se volvió a romper a los dos meses. Días después, las ruedas del coche de la mujer aparecieron pinchadas, sin que la denunciante conociera al autor y sospechara de su ex pareja.

El mes de enero la mujer dio una nueva oportunidad al hombre, conviviendo juntos hasta principios de febrero, cuando se acabó definitivamente la relación por los diversos altercados que se habían producido.

Al día siguiente la mujer se volvió a encontrar su coche con las cuatro ruedas pinchadas y se dirigió a la comisaría de policía a interponer la denuncia por los malos tratos sufridos durante la relación.

Una semana después fue citada por la policía para una ampliación de denuncia y la mujer, en esta ocasión, solicitó una orden de protección porque temía por su integridad física. La mujer también supo que su ex compañero ya había sido detenido antes de conocerlo por destrozar el piso de su anterior pareja.