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JAVIER JIMÉNEZ
Indigentes provistos de picos y mazos abrieron un boquete ayer por la mañana en el hotel abandonado Isla Azul, en Can Pastilla, con la supuesta intención de dormir en el interior. La Policía Local fue alertada por los vecinos, pero los agentes no llegaron a entrar en el inmueble.

Desde hace meses los vecinos de la Plaza Pío XII, junto a la iglesia, se quejan de la inseguridad creciente en la zona. 'Aparcacoches' violentos se han adueñado del terreno colindante con el hotel abandonado y si los conductores no les entregan monedas no les dejan estacionar, tal y como ocurrió ayer con una joven. Además, orinan en plena calle y se pasan la mayor parte del día consumiendo bebidas alcohólicas junto a los restos semiderruidos del Isla Azul. «Por las noches esto se llena de individuos de etnia gitana que empiezan a cantar y a hablar de Son Banya, a gritos. Es una situación insostenible, pero desde el ayuntamiento no hacen nada para solucionarlo», denunció uno de los vecinos afectados. Ayer por la mañana dos de esos mendigos, con un pico y un mazo, comenzaron a golpear una de las paredes tapiadas del antiguo hotel y consiguieron abrir un butrón de dimensiones considerables. «Llamamos a la Policía Local, vino un coche, confirmó que habían tirado parte de aquella pared y se fueron sin entrar, no sabemos por qué. Eso sí, antes de marcharse multaron a un coche mal estacionado», se quejó otro de los residentes.