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P.M.
Eric Fischer, el ciudadano alemán residente en Mallorca que denunció la desaparición de su marido, se puso ayer en contacto con este periódico para informar de que había recibido una llamada «tranquilizadora». Alrededor de la una de la tarde Eric Fischer manifestó que acababa de recibir «una llamada telefónica de César (su marido), en la que me ha dicho que no me preocupe, que él está bien y que más adelante me volverá a llamar para explicarme la situación». Fischer dijo que «me he quitado un peso de encima puesto que en principio pensé que le había pasado algo malo, aunque tengo que esperar a que me vuelva a llamar para aclarar lo ocurrido». Como se informó en la edición del pasado martes, Eric y César se conocieron en Mallorca, ambos trabajaban como guías turísticos y después de un tiempo de convivencia, en 2003, se desplazaron a Alemania donde contrajeron matrimonio, regresando a la Isla y fijando su residencia en la zona de Santanyí. Fischer denunció el mes pasado la desaparición de su esposo, del que dijo que había dejado en casa todos los efectos personales y que habían quedado para verse en una fiesta, donde no apareció.