La caída tuvo lugar a escasos metros de las instalaciones del hotel Torrenova, y el primero en descubrir al joven fue el vigilante de seguridad de este establecimiento.
El joven se hallaba en estado inconsciente, con múltiples heridas sangrantes en la cabeza, brazos y piernas, por lo que en principio su estado parecía grave.
El servicio de emergencias del 112 coordinó el envío de ayudas. A los pocos minutos se trasladaron bomberos, policía local y una UVI móvil del 061 con un médico.
El acceso por tierra al lugar era complicado, y en principio se pensó que lo más conveniente era trasladar al joven por mar. Sin embargo, el equipo médico logró subir al joven a una camilla y llevarle, con algunas penalidades, hasta el paseo de la playa de Magaluf, donde esperaba la UVI móvil.
El herido fue trasladado entonces al hospital de Son Dureta. Allí fue atendido por una pequeña contusión craneal y heridas, golpes y magulladuras en cuero cabelludo, brazos y piernas, aunque ninguna de ellas importante.
En los alrededores de este punto ya se produjeron accidentes similares hace algunos años. Al parecer, el joven se encontraba ebrio en el momento de sufrir el accidente.
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