Las labores de extinción de los bomberos de Palma duraron tres cuartos de hora y la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía fueron informados del incendio, por lo que enviaron a varias patrullas a que comprobaran in situ lo que estaba ocurriendo. Mientras tanto, la columna de humo fue cobrando fuerza y fue visible desde casi toda Palma. Desde el Paseo Marítimo, por ejemplo, el humo se alzaba por detrás de la catedral y desde la Comandancia de la Guardia Civil, en la calle Manuel Azaña, era también claramente perceptible. La mayoría de conductores que a esa hora circulaban por la vía de cintura fueron testigos de la gran humareda, que se difuminó con rapidez en cuanto los bomberos controlaron la situación. El valor económico del material siniestrado no ha trascendido, pero es elevado.
Poco después de las doce y media del mediodía una columna de humo negro muy tóxico se elevó sobre el descampado ubicado entre la rotonda del polideportivo Germans Escales y la rotonda de Son Gibert, cerca del seminario de Es Rafal. Se trata de un solar utilizado como almacén para tubos de pvc, de unos diez metros de largo y un metro de diámetro cada uno de ellos. Estaban amontonados, a la espera de ser utilizados como canalizaciones de obra, sobre todo en carreteras. De repente, comenzaron a arder con fuerza y el centro de emergencias del 112 recibió llamadas de vecinos de la calle Alber que alertaban de aquella inquietante humareda.
En los últimos meses en la zona de Es Rafal y Son Gibert se ha detectado la presencia de uno o varios pirómanos, que actúan a cualquier hora del día, con gran sigilo. Al menos cuatro coches y un camión han sido incendiados recientemente y ya en el mismo solar de ayer se registró en julio otro siniestro de idénticas características. La Policía está buscando a los autores.
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