Los asaltos a chalets, hoteles, restaurantes, bares y salones recreativos empezaron a principios de verano, en concreto en el mes de junio. La Benemérita comenzó a investigar cada uno de los casos y llegó a la conclusión de que los autores eran las mismas personas. A pesar de su juventud, los implicados actuaban con profesionalidad y no dejaban pistas evidentes, por lo que la investigación se ralentizó. Al final, sin embargo, el cerco policial se cerró de forma inexorable y uno a uno fueron cayendo los cuatro implicados. Tres de ellos son españoles y otro argentino, aunque también tiene nacionalidad italiana.
Los agentes llevaron a cabo dos registros domiciliarios autorizados por el juez y localizaron el siguiente material ilícito: diez teléfonos móviles de diferentes marcas y modelos, una cadena de música de la marca Aiwa, dos altavoces Sony, y un DVD Daewoo. La investigación, con todo, no está cerrada y en las próximas horas podrían ser detenidos más menores implicados en la oleada de robos.
La red se movía de noche y escogía los lugares que iba a asaltar para evitar sorpresas desagradables. Actuaban en Cala Egos, Cala Ferrera, Portocolom y Cala d'Or y robaron, según informó la Oficina Periférica de Comunicación (OPC), en al menos 28 negocios. Otro detalle que ha trascendido es que los zagales utilizaban una pistola de aire comprimido del calibre 4,5, supuestamente para amenazar en caso de ser descubiertos, y destornilladores. Ese material fue intervenido en la casa de uno de los implicados, añadieron las mismas fuentes.
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