La defensa de los dos alemanes sostiene que son inocentes y había solicitado al magistrado que los sacara de prisión, a la espera del juicio. En la actualidad el menor supuestamente víctima de los abusos sexuales permanece internado en un centro especial, ya que no tiene más familia en la isla. Su caso se descubrió después de que los profesores del colegio detectaran una sexualidad demasiado desarrollada para su edad. Advirtieron al psicólogo del centro y después de varias entrevistas con él se llegó a la conclusión de que había indicios suficientes como para pensar que había sufrido abusos sexuales.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado fueron informados del caso y los agentes procedieron a la detención de los dos progenitores alemanes, que carecían de antecedentes policiales por delitos anteriores. Durante su declaración, la pareja insistió en que era inocente y que nunca habían puesto la mano encima a su hijo. El examen pediátrico no detectó lesiones anales ni indicios de violencia sexual.
Sin embargo, el juez tuvo en cuenta que se trataba de un matrimonio extranjero con medios económicos, por lo que existía riesgo de fuga y decretó su ingreso incondicional en prisión. Según la defensa, en cambio, el niño está feliz y no evidencia síntomas de abusos. De momento los dos alemanes seguirán en prisión hasta que se abra el juicio.
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