Por causas que la Guardia Civil investiga, los camiones chocaron frontolateralmente en un tramo recto. Se trata de dos enormes vehículos de 10.000 y 18.000 kilos respectivamente, por lo que el impacto fue tremendo. Los limpiaparabrisas saltaron hechos añicos y las cabinas quedaron separadas del resto del camión. Además, toda una nube de pequeños fragmentos de ambos vehículos quedaron esparcidos por la calzada.
Los bomberos del parque de Llucmajor acudieron al lugar del accidente, para limpiar con agua y retirar con escobas los cristales y plásticos de la calzada, ante el peligro que representaban para el resto de vehículos.
Afortunadamente, ambos conductores sufrieron solo heridas leves y no tuvieron que ser hospitalizados.
El choque provocó algunas retenciones en la carretera Campos-Llucmajor, y la Guardia Civil tuvo que regular el tráfico en ambos sentidos para evitar atascos kilométricos.
El enorme tamaño de los camiones implicados obligó a la Benemérita a realizar largas gestiones para encontrar una grúa lo suficientemente grande para remolcar a los camiones accidentados.
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