La Comandancia de Palma facilitó ayer la fotografía con todo el material recuperado en la operación.

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JAVIER JIMÉNEZ
La «operación Ovelis» ha desangrado a una de las bandas de narcotraficantes más activas de la comarca de Manacor y ha decapitado su cúpula. El gran 'narco' detenido en Felanitx ocultaba en su casa más de 9.000 pastillas de éxtasis, 2'5 kilos de hachís y 70 gramos de cocaína.

Tal y como adelantó ayer Ultima Hora, el asalto se llevó a cabo a las ocho de la mañana, en una casa de la calle Jaume I de Felanitx. Quince agentes del Àrea de Investigación de Artà y Santanyí, coordinados por la Policía Judicial de Manacor, irrumpieron por la fuerza en la vivienda, tras romper el cristal de la puerta de la calle. A continuación, con un mazo, tiraron la otra puerta y en treinta segundos los tres inquilinos estaban neutralizados. Tarik S., el 'capo' de la banda, de 26 años, y su novio rumana, Diana Georgiana C., de 22, dormían en una habitación. En la otra estaba el marroquí Abdelaziz M., de 34 y considerado el número dos de la organización. Los agentes entraron con máscaras, armados y con petos fluorescentes. Evidentemente, nadie se resistió. En la calle permanecieron apostados efectivos de Seguridad Ciudadana, apoyados por perros adiestrados. A continuación, los investigadores se desplazaron a un gran almacén de las inmediaciones, propiedad de Manuel V.A., de 34 años y que también ha sido detenido en la operación. El gran alijo fue localizado en la vivienda alquilada por Tarik. En total, 9.017 comprimidos de éxtasis, 2'5 kilos de hachís, 70 gramos de cocaína, balanzas de precisión, joyas, una importante cantidad de dinero en metálico, teléfonos móviles y ordenadores, tanto portátiles como fijos. Los discos duros están siendo analizados los expertos informáticos para rastrear con quién contactaba la banda y a quién tenía a sueldo. De ahí que la operación siga abierta, a la espera de nuevas detenciones. Sobre el origen de las joyas hay también muchas dudas, y todo apunta a que eran alhajas sustraídas que los toxicómanos entregaban a la organización a cambio de unas dosis.