La policía imputa unos veinte robos en domicilios a la banda de colombianos que fue desarticulada esta semana en Palma. La mayoría de las viviendas que fueron visitadas por los ladrones estaban en los áticos de los edificios y los robos se solían cometer entre las 18.00 y las 21.00 horas, en ausencia de sus moradores, que habían sido vigilados. Para acceder a las viviendas forzaban la puerta con una palanqueta, o se descolgaban desde el edificio colindante y forzaban la ventana de la azotea.
En la mayoría de ocasiones se llevaron dinero y joyas, aunque alguna vez también se apoderaron de otros efectos como televisores de pantalla plana y cámaras de fotos.
En Palma fueron detenidos cuatro varones, de entre 30 y 46 años, y dos chicas, de 23 y 24 años. El juez los envió a todos a la cárcel menos a una de las dos jóvenes, que quedó libre porque tiene un hijo menor a su cargo.
Este grupo estaba conectado con otra banda de seis colombianos en Valencia, los cuales también han sido arrestados.
Una vez que el grupo detenido en Palma obtenía el botín, para no ser detectado, enviaba las joyas a Valencia mediante múltiples procedimientos, como paquetes postales, camufladas entre el equipaje o usando correos urbanos.
Los detenidos en Valencia daban salida a las joyas. Entre ellos se encuentra un varón de 51 años que regentaba un taller de joyería. Este individuo parece ser que modificaba las joyas y las vendía, y después el dinero se ingresaba en cuentas bancarias de los detenidos en Palma. Los agentes han intervenido joyas de oro con un peso aproximado de cuatro kilos, televisores, cámaras y demás efectos. Las joyas serán expuestas dentro de unas semanas (la policía informará con antelación de la fecha) para que las puedan reconocer las víctimas, y no se descarta que se aclaren más robos porque afloren otros perjudicados hasta ahora desconocidos.
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