Dos policías acompañan al presunto asesino a declarar ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Palma. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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FAUSTO RAMOS-GUILLEM PICÓ
La juez ordenó el ingreso en la cárcel del acusado de matar a cuchilladas el pasado sábado en la calle Málaga a su mujer y al amante de ésta. Augusto Fernando V.R., natural de Quito (Ecuador), y 37 años, fue presentado ayer por la mañana ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Palma. Después de tomarle declaración, la juez decretó su ingreso en prisión sin fianza y se le imputan dos asesinatos, un delito de allanamiento de morada y otro por quebrantar una orden de alejamiento de su mujer. Por la noche, a las 20.00 horas, un centenar de personas asistió a la manifestación convocada por el Lobby de Dones, el Grup d'Homes Contra la Violència Masclista y el Grup Creients i Feministes, en la Plaça Joan Carles I, en Palma, para condenar los hechos. Cecili Buele fue el encargado de leer el manifiesto. En primer lugar recordó que «Olimpia fue asesinada por su marido, que tenía una orden de alejamiento y de quien estaba en trámites de separación. Con ella también encontró la muerte Jordi».

A continuación condenó la «brutal acción de Augusto Fernando» y destacó que «cada gesto de intolerancia contra la violencia cuenta; cada momento de recuerdo y compasión hacia las mujeres que sufren violencia doméstica, también. Y, sobre todo, no tolerar nunca, en presencia nuestra, el menosprecio, la imposición y la violencia sobre una mujer. Ésta tiene que saber que estará acompañada y tendrá recursos públicos cuando decida acabar con una relación de dominación». «Dejar de querer a la pareja no tiene que suponer una situación de riesgo para la propia vida. Las rupturas sentimentales se deben vivir desde la comprensión y la serenidad y no como una humillación mal entendida», concluyó. Por otro lado, el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) facilitó ayer una nota informativa sobre doble crimen, que tuvo lugar en el número 11, tercero A, de la calle Málaga. En dicha nota se relatan los hechos sangrientos, ocurridos sobre las 12.40 horas del sábado.

Sobre esa hora se recibieron varias llamadas al 091 que alertaron de que en el piso en cuestión se había cometido una agresión homicida. Funcionarios del Grupo de Homicidios y otras patrullas de seguridad ciudadana, así como efectivos de la Policía Local, se personaron en el lugar. Al llegar, los agentes encontraron varios tramos de la escalera impregnados de sangre y recogieron una camiseta totalmente manchada de sangre, que pertenecía al sospechoso. La puerta de la vivienda estaba entreabierta y al entrar encontraron una escena dantesca. Jordi Báez Ripoll, de 43 años, estaba en calzoncillos en el suelo del salón, bañado en sangre, y aparentemente muerto.