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JAVIER JIMÉNEZ-EFE
El drama deAna Rosa vuelve a salir a la superficie. El Consejo de Ministros ha dado el visto bueno a las obras de emergencia para recuperar el combustible del pesquero Ana Rosa, que naufragó en 1994 en las aguas de Cabrera en una de las peores tragedias marítimas que se recuerdan en Balears.

Según la referencia del Consejo de Ministros, el organismo autónomo de Parques Nacionales del Ministerio de Medio Ambiente ha decidido acometer esta actuación para vaciar los tanques del barco con el objetivo prevenir un posible derrame, ya que las paredes del pesquero sufren un proceso de oxidación.

Un posible vertido podría afectar al entorno del Parque Nacional de Cabrera, que ocupa una extensión de 10.020 hectáreas, al sureste de Mallorca. El presupuesto de esta actuación, que incluye el vaciado de tanques, el traslado de combustible y la extracción de residuos peligrosos, asciende a 30.000 euros.

La tragedia deAna Rosa, un pesquero con base en la localidad alicantina de Santa Pola, aconteció el 15 de abril de 1994, cuando la tripulación faenaba a unas seis millas de Cabrera. Un mercante panameño de gran tonelaje, eOrion Star, embistió violentamente a la nave española, que zozobró rápidamente. Dos pescadores saltaron a tiempo y pudieron ser rescatados ilesos. Otro murió a consecuencia del impacto y cinco más desaparecieron en aquellas aguas, tragados por el mar. En los primeros días la búsqueda fue frenética y con los medios disponibles en aquella época se rastreó una gran zona marítima, sin resultado.

Semanas después el consorcio mallorquín privado Drago-Sub acordó con las familias de los desaparecidos iniciar una compleja operación de rescate de los marineros atrapados en la nave. Un robot submarino rastreó miles de metros cuadrados de fondo marino y localizó, a unos 146 metros de profundidad, el pesquero hundido. Las labores de rescate de los esqueletos fueron muy difíciles y no estuvieron exentas de polémica.

En Santa Pola los funerales por los infortunados pescadores fueron multitudinarios y más de 3.000 personas salieron a la calle tras los féretros, en una impresionante manifestación de dolor. Casi trece años después de la tragedia deAna Rosa el casco de la nave se ha deteriorado a un ritmo peligroso y se corre el riesgo de que el combustible almacenado en los tanques salga a la superficie, con el consiguiente impacto medioambiental en el parque natural de Cabrera.