TW
0

María Àngeles L.C., la abogada que aparece como imputada en el llamado «caso Son Banya» ofreció un apartamento que posee en Camp de Mar a Nacho, el paraguayo considerado testigo clave, «para que se refugiara de las posibles represalias de los vecinos del poblado por el robo». Así lo manifestó la mujer en la declaración voluntaria que hizo el viernes de la semana pasada ante el juez.

Este periódico ha tenido acceso ahora a todo el contenido de la declaración de María Angeles, parte del cual reproducimos: «El lunes 24 de abril aparecieron en mi despacho Nacho y Estelvina, que me contaron lo del asunto del robo en Son Banya y me contrataron para que les llevara el caso, añadiendo que también estaban Robert y Sergio. No les pregunté quién les enviaba porque no es costumbre. No es cierto los enviara Pepote, sé quién fue porque me he enterado ahora pero no quiero identificarlo para no complicar la vida a nadie». La abogada continua explicando que les dijo que regresaran por la tarde y que estaba preocupada por el asunto, porque sabía que los de Son Banya eran peligrosos. Asegura que los cuatro regresaron a su despacho por la tarde, acordaron que harían un poder para pleitos y que al día siguiente irían al juzgado a ratificar la denuncia por torturas, además de pedir protección como testigos.

En la edición del pasado domingo se informó en estas páginas de parte del contenido de la declaración, como por ejemplo el hecho de que ella dijo al juez que Nacho le había comentado que los seis millones de euros del robo estaban en tres cajas de seguridad y, también, que reconoció haber cobrado la cantidad de 288 mil euros «para negociar una indemnización civil» por los daños sufridos por Nacho.

María Angeles continúa declarando: «Tenían mucho miedo y hablaban de hacer un cambio de domicilio. Hicieron el poder notarial y quedamos en mi despacho a las 12 horas del día siguiente, pero no se presentaron. Yo llamé a Jefatura y hablé con el segundo de Atracos, y me contó que los paraguayos no se habían presentado y estaba preocupada por si les había pasado algo, por lo que el policía me dijo que enviarían un coche a su casa». En los siguientes párrafos la abogada explica que Nacho le llamó, le dijo que había sido amenazado por lo que se embarcó hacia Denia, y niega que hubiera sido ella la que le dijo que se fuera. En este punto, María Angeles dice al juez: «Les ofrecí unos apartamentos que tengo en Camp de Mar, para que así no fueran amenazados y estuvieran tranquilos». Añade que ella, por sus clientes «Hago lo que haga falta y por eso les ofrecí unas viviendas mías, a pesar de que no los conocía ni sabía quién los enviaba, y lo hice porque los veía muy asustados y preocupados». A continuación la abogada relata que en la conversación del día 24 Nacho le comentó que un compañero de piso, también paraguayo, llamado Jorge, le había dicho que «la Paca» ya tenía una abogada para el caso, y que decían que si se retiraba la denuncia le darían la indemnización que pidiera, pero todavía no hablaron de cantidades. A continuación María Angeles habla de negociaciones, de que le dijeron que «La Paca» estaba dispuesta a pagar hasta 250 millones de pesetas y que a ella le ofrecieron cinco por sus honorarios. Añade que al día siguiente estaba en un bar con otras abogadas y pasó un juez y las vió. A continuación describe que ella acudió con otros abogados a Son Banya donde se le hizo un pago y asegura que después regresó con las mismas personas con las que había acudido al poblado.

En su declaración describe el viaje a Alicante, donde hizo un pago a Nacho y dice que éste le dijo que fuera a la cárcel a ver a uno de los detenidos por el robo, el cual le daría el nombre de un testaferro que tenía una caja de seguridad donde se guardaba el dinero robado, que eran 6.600.000 euros. También la mujer alude a lo ya explicado en este periódico, sobre el que habría tres cajas de seguridad en otras tantas entidades bancarias con dos millones de euros en cada una.