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E.L.V.
La Audiencia Provincial de Palma condenó ayer a un año de prisión a dos anticuarios, padre e hijo, que vendieron falsificaciones de obras de famosos pintores, entre los que se encuentran Anglada Camarasa y Sorolla. Además de esta condena deberán indemnizar por la vía civil a un matrimonio que les compró multitud de obras a lo largo de meses.

Los anticuarios son David y José Salazar, quienes solían acudir al mercadillo de los domingos en Consell. En octubre de 2000 mostraron al matrimonio un cuadro de Anglada Camarasa que guardaban en su coche. A la semana siguiente, quedaron para verse en el local que tenían en Portopí. Allí vieron nuevas obras y comenzó desde entonces una relación comercial que duró varios meses. En ese tiempo les compraron cuadros atribuidos a Anglada Camarasa, Sorolla, Cerote, Pinazo, Chuscas, Vives Maristany y Morell, entre otros, por un valor cercano a los 50.000 euros. Para dar la apariencia de que los cuadros eran auténticos ofrecían datos de los pintores y de su obra.

Además, para camuflar las pinturas las ofrecían en marcos antiguos, con lo que daban el aspecto de auténticos.