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JOAN J. SERRA El secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, Arturo Gonzalo, y el director del Centre Meteorològic Territorial de Balears, Agustí Jansà, reconocieron ayer que las previsiones meteorológicas «se quedaron cortas» ante la tormenta del pasado jueves en Mallorca.

Gonzalo y Jansà explicaron que «el jueves, estaba activada la alerta amarilla por lluvias -hasta 20 litros por metro cuadrado en una hora-. A las 17'10 horas, activamos la alerta naranja por lluvias -hasta 40 litros por metro cuadrado en una hora- y la amarilla por tormentas, con riesgo de vientos localmente fuertes. En las lluvias acertamos, pero está claro que con la alerta amarilla por tormentas nos quedamos cortos».

Gonzalo definió el fenómeno como un «sistema conventivo -tormentoso- de mesoescala, una estructura nubosa con un conjunto de tormentas de duración superior a lo convencional. Se formó al sur de Murcia, llegó a Eivissa entre las 15 y las 16'20 horas ya con vientos de 80 kilómetros por hora. A Mallorca llegó a las 17'30 horas, con 160 rayos en 10 minutos».

La racha máxima de viento registrada fue de 109 kilómetros por hora, pero no se descartan rachas superiores, incluso por encima de 135 kilómetros por hora, vistos los destrozos causados. Según Gonzalo, «incluso es posible que se formaran uno o dos tornados o caps de fibló, pero no hay constancia oficial de ello».

El secretario general señaló que «en este tipo de tormentas, en las que pueden transcurrir 9 horas entre su formación y su desaparición, la predicción es muy compleja. Es complicado hacer una predicción muy precisa en la trayectoria, duración e intensidad de estas tormentas».