Un vitral de la Capella de la Trinitat de la Seu, dañado por el azote del viento

Las vidrieras, que se encuentran mirando al mar, ya tenían ciertas deficiencias. «Algunos de los paneles estaban algo defectuosos, los cristales estaban algo curvados y la sujeción también por el efecto del viento», explicó el canónigo Llorenç Tous.

La caída de los cristales, de 97 centímetros de alto por 57 de ancho, podía haber provocado otros daños. En la Capella de la Trinitat se encuentra varias piezas de gran valor como la imagen sagrario de la Virgen, los mausoleos de Jaime II y Jaime III, o el suelo del siglo XIV. Sin embargo, ninguna de ellas sufrieron desperfectos y ya se han tomado medidas «para evitar que se rompan el resto de paneles», explicó el presidente del Cabildo, Joan Darder.

Este gran vitral, según Lorenç Tous, «no contempla ninguna figura, sino que su diseño se centra en dibujos geométricos y motivos florales típicos de la época». El canónigo aseguró, además, que «estas vidrieras son de baja calidad, tal y como están registradas por la directora del Museu de Mallorca y el arquitecto de la Seu, Sebastià Gamundí».

Las obras fueron pagadas en el siglo pasado por el canónigo de Sóller, Tomas Rullan, y fueron realizadas en la Casa Amigó y Pelegrí, de Barcelona. En Mallorca existen varios vitrales como estos y algunos de ellos se pueden encontrar también en la Catedral de Palma.

El presidente del Cabildo apuntó que los gastos por el desprendimiento de los cristales los asumirá la Catedral.
Cabe recordar que los vitrales que se encuentran en esta capilla pueden ser cambiados si se aprueba el proyecto, presentado por Costantino Ruggeri, quien falleció hace unos meses. «Por el momento, el proyecto ha sido ya presentado por el Cabildo al Obispo, quien debe dar su opinión próximamente», explicó Llorenç Tous.

Si el proyecto llegara a buen puerto y se diera el visto bueno al proyecto de Ruggeri, los tres grandes ventanales de la Capella de la Trinitat serían reubicados con toda probabilidad a la Capella del Sagrat Cor.