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EMILIO LÓPEZ VERDÚ Un hombre será juzgado en Vía Alemania a finales de mes por conducir en estado ebrio. En principio este hecho no sería noticia, aunque en el caso de Manuel R. es distinto. Sobre este vecino de la zona de Llevant recaen nada menos que diez sentencias condenatorias por este mismo delito cometidas en los últimos diez años.


En todo este tiempo, a Manuel le han retirado ocho veces el carnet. Las sanciones que recaen sobre él suman casi ocho años de privación de conducir vehículos a motor. No obstante, eso no ha sido ningún problema para que el acusado cogiera el coche, en multitud de ocasiones en estado ebrio y mostrando un carácter violento ante la policía.

El último episodio ocurrió hace apenas doce días y muestra el peligro que suponen para las carreteras conductores como el acusado.
Su más reciente detención tuvo lugar el 30 de septiembre a las 01.15 horas entre la carretera de Porto Cristo y Manacor. En esa ocasión, una persona alertó a la Policía Local de que un Seat Marbella iba dando violentos bandazos mientras circulaba.

Algunos minutos más tarde, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía vio el coche. Se encontraba estacionado en la cuneta de una curva muy cerrada, por lo que suponía un grave peligro para los conductores. Además, estaba inclinado y a punto de volcar.

En el vehículo había dos hombres que «presentaban claros síntomas de embriaguez, estaban desorientados y apenas se mantenían en pie», según consta en el informe policial.

Cuando los agentes le pidieron que soplara para controlar su nivel de alcohol, el hombre accedió. Sin embargo, los policías describen que «fue imposible su práctica con el etilómetro por su incapacidad de insuflar debido a su estado de embriaguez». Según el fiscal, en el momento de ser detenido «presentaba un estado general de excitación, aliento con olor a alcohol, comportamiento de menosprecio hacia los agentes, deambulación vacilante y respuestas incoherentes en su capacidad de exposición».