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EMILIO LÓPEZ VERDÚ La Audiencia Provincial ha ordenado que se reabra la investigación para averiguar las causas de la muerte de Vicente Prats, un joven cuyo cadáver fue hallado el 8 de septiembre de 2005 en un encinar cercano a Lluc en extrañas circunstancias.

La investigación se reabre después de una polémica decisión del juzgado de Instrucción 1 de Inca, que archivó la causa antes de recibir las pruebas del forense.

Las dos hermanas del fallecido no creyeron nunca la versión oficial, que indicaba que su familiar había muerto debido a un infarto, y contrataron a la letrada Virginia Garrido, quien después de un año y medio de intensas gestiones ha hallado indicios que cuestionan la muerte natural de Vicente Prats.

El informe de la Guardia Civil actual se basa en la declaración de un amigo del fallecido. Según éste, el día de los hechos ambos se fueron a comer cocido a un restaurante de Manacor. De allí se fueron en coche hasta la planta de agua de Binifaldó, en Escorca, y decidieron ascender la cumbre del Puig Tomir. La primera anomalía es que el joven fallecido era de complexión muy gruesa y que iba vestido con pantalones de traje y zapatos de calle, una indumentaria muy poco apropiada para una ascensión difícil.

Durante el descenso, Vicente dijo a su amigo que se encontraba mal y decidió pararse. El amigo explicó a la Benemérita que ante el mal estado de Vicente, decidió marcharse a Lluc para buscar algunas bebidas.