Mata a un perro de un tiro en Palmanyola porque quería montar a su hembra en celo

A las doce y media del mediodía de ayer la familia salió a pasear con su perro labrador. A la altura de la Avenida Clavel el animal se alejó de sus dueños y se encontró con una hembra de raza bretón, que estaba en celo. Segundos después sus propietarios escucharon un disparo y se encontraron al labrador agonizando en la calle, delante de la casa del vecino que supuestamente le acababa de disparar. La hembra bretón estaba al lado, ilesa. El disparo le alcanzó la aorta y el can murió en un minuto, desangrado. El drama fue mayor porque los niños, de 12, 10 y 4 años, presenciaron el fallecimiento, al igual que el dueño del animal. La familia quedó tremendamente impactada y al poco tiempo llegó una patrulla de la Policía Local de Bunyola. José Luis F.B., el propietario de la hembra bretón, y la persona que supuestamente había efectuado el disparo, negó en todo momento que hubiera sido él quien había apretado el gatillo, a pesar de que el dueño del otro can insistía en acusarlo.

El sospechoso fue trasladado al cuartel y al final se derrumbó y acabó confesando que había realizado el disparo porque el labrador quería montar a su perra. El hombre quedó en libertad porque tenía vivienda conocida y estaba plenamente identificado, pero será acusado de un delito contra la flora, la fauna y los animales domésticos, tipificado en el Código Penal. De hecho, el autor del disparo podría haber sido arrestado tras la muerte del can, pero la Policía Local decidió no adoptar esa decisión al tratarse de un vecino identificado y sin antecedentes.

Por la tarde los agentes regresaron a su casa y se intervinieron de la escopeta de perdigones de su propiedad. El proyectil seccionó la aorta del ladrador, de ahí que muriera en cuestión de un minuto. El alcalde de Bunyola, Jaume Isern, fue informado de los hechos acontecidos en la avenida Clavel.